Visitar Santillana del Mar en Cantabria y qué ver
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Visitar Santillana del Mar
Un lugar que cualquier visitante de Cantabria no debe perderse es la villa de Santillana del Mar. Es una de las localidades con mayor valor histórico-artístico de la región y a tan solo 10 minutos en coche desde el Albergue Paradiso, alojamiento en un entorno natural inigualable.
A Santillana del Mar, se la conoce popularmente como “la villa de las tres mentiras”, ya que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Es toda una experiencia pasear por sus calles empedradas, donde podemos encontrar múltiples talleres artesanos y brocantes. También se puede disfrutar de la merienda tradicional: leche con bizcochos.
Santillana es conocida también por ser la villa de los escudos. No tienes más que levantar un poco la vista y echar un vistazo a sus casas. La mayoría de ellas tienen en su entrada principal la señal de identidad de la familia que alojó en su día. Sin bajar la vista, podemos descubrir una de las plantas que más asoman a los balcones de la villa: son los claveles del aire. Lo curioso de esta especie vegetal es que no precisa de tierra para vivir, sino que se nutre de la humedad del ambiente y de la lluvia y de los compuestos orgánicos que se transportan a través del aire. En los balcones es habitual verlos en forma de bola y en el Albergue Paradiso también. El clima húmedo de la Cornisa Cantábrica favorece su crecimiento, aunque éste se produce de un modo lento.
Capital del Turismo Rural 2019
Santillana del Mar ha conseguido el título de Capital del Turismo Rural 2019, una iniciativa impulsada por EscapadaRural.com en la que han participado un total de 215 localidades de toda la geografía nacional. Santillana del Mar, único representante cántabro en esta edición, ha sido el gran vencedor con casi el 20% de los votos emitidos. El objetivo de esta iniciativa es dar a conocer los pueblos más atractivos de España para practicar turismo rural, especialmente en los viajeros que huyen de las aglomeraciones y buscan refugiarse en lugares tranquilos. Habitualmente se trata de destinos rurales de proximidad donde aquellas personas que se desplazan hasta estos entornos buscan aire puro, gastronomía tradicional y alojamientos diferenciados de los hoteles de cadena.
Visitar Santillana del Mar: su paisaje
El municipio de Santillana del Mar se halla en la costa central de Cantabria. El paisaje se caracteriza por alternar la franja litoral, con extensas zonas de praderías y algunas colinas de no mucha elevación.
La línea litoral está delimitada por altos acantilados, entre los que se alternan algunas pequeñas calas, siendo la playa de Santa Justa el único arenal de este municipio. Este escarpado relieve, en el que contrastan el profundo e intenso azul del mar Cantábrico con los verdes prados que le rodean, configuran un paisaje abierto con una orografía suave, y en cuyo horizonte se alternan el azul y el verde, salpicados de pequeños núcleos rurales y caseríos dispersos.
En la zona interior del municipio de Santillana del Mar, abundan las grandes extensiones de praderías, herencia de la rica tradición ganadera de este municipio, y que aún hoy, siguen dando un fresco y jugoso pasto a las concentraciones ganaderas bovinas que abundan, especialmente en las pedanías del municipio como Ubiarco, Viveda y Queveda. Esta villa medieval de empedradas calles está calificada como Conjunto Histórico Artístico y es, desde hace décadas, uno de los centros culturales y turísticos más conocidos de Cantabria. Además es la capital del municipio de Santillana y cuenta con 1.139 habitantes. Visitar Santillana del Mar es toda una experiencia.
El Camino de Santiago y qué ver en Santillana del Mar
Santillana del Mar forma parte del Camino de Santiago, en concreto al trazado del Camino del Norte. Es habitual encontrar peregrinos transitando por sus calles en dirección a la Colegiata de Santa Juliana, uno de las mayores exponentes del arte románico en Cantabria. Uno de los elementos más bellos es su claustro adosado, situado en la fachada norte del conjunto. Sus capiteles cuentan con componentes decorativos típicos del momento histórico de su construcción, tales como elementos geométricos, florales o figuras. De hecho, la etapa 14 del Camino del Norte parte de la colegiata, bajando por la calle principal hasta alcanzar la carretera general, dirigiendo los pasos del peregrino hacia Comillas y San Vicente de la Barquera.
Precisamente es el Camino de Santiago y su esplendor a partir de la Edad Media lo que convierte a la villa en un poderoso lugar a nivel territorial y jurisdiccional, siendo otorgados varios privilegios a la villa. Prueba de ello son sus torres y palacios, como la Torre de Don Borja, el Palacio de Velarde, la Torre del Merino o el Palacio de Peredo, pertenecientes a importantes familias de la época.
El Albergue Paradiso dispone de tarifas para peregrinos que estén realizado la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela, siendo una de las mejores opciones en su camino. Visitar Santillana del Mar y alojarse en el Albergue Paradiso es totalmente compatible.
Historia
Desde la Edad Media, Santillana del Mar ha sido uno de los núcleos más importantes de la región, tanto que fue la capital de la Merindad de Asturias de Santillana, una de las merindades que conformaban la actual Cantabria. Aunque la presencia humana en el lugar ya dejó su huella en forma de impronta artística sobre las paredes de la cueva de Altamira, a escasos dos kilómetros del centro del pueblo.
La villa se estructura en torno a varios centros de funciones muy definidas. La Plaza de las Arenas presidida por la Colegiata; la Plaza de Ramón Pelayo, que fue originalmente la plaza del Mercado presidida por las Torres del Merino y de Don Borja, así como la Casa Consistorial y el área de los conventos de Regina Coeli y de San Ildefonso. Visitar Santillana del Mar nos lleva de viaje al pasado mientras recorremos sus calles.
Santillana cuenta con un patrimonio arquitectónico extraordinario. Dentro de la arquitectura religiosa destaca la Colegiata de Santa Juliana, en torno a la que se desarrolló la villa. Hacia los siglos VIII y IX se fundó un primer monasterio que acogió las reliquias de Santa Juliana, de donde deriva el nombre de Santillana. Sobre el siglo XI el monasterio se convirtió en colegiata y durante siglos, los distintos linajes de la villa contribuyeron a engrandecerla. La mayor parte del edificio es románico pleno, aunque se perciben añadidos renacentistas y barrocos.
Por lo que se refiere a la arquitectura civil destacan edificios como la Torre de Don Borja, la torre del Merino o el palacio de los Velarde, ambos del siglo XV. Junto a ellos otras construcciones como la Casa-Palacio de Peredo-Barreda, la de los Villa o la de los Bustamante, todas del XVIII. Algunos de ellos actualmente acogen instituciones de carácter cultural como el Museo Diocesano, la Casa Museo del escultor Jesús Otero, la Fundación Santillana, el Museo de Caja Cantabria o las Casas del Aguila y la Parra que son salas de exposiciones.
Pero el atractivo de este pueblo no sólo está en estos grandes edificios. Todo él está conformado por edificaciones más humildes, aunque también con un alto valor histórico, que se muestran como un entramado urbanístico propio del medievo y el Renacimiento que transporta al visitante a otros tiempos.
Actualmente Santillana del Mar ofrece múltiples propuestas artísticas y culturales en forma de exposiciones permanentes o temporales. También cuenta con actividades de todo tipo que se desarrollan a lo largo de todo el año, especialmente en los meses de verano. Visitar Santillana del Mar ofrece actividades para todos los gustos.
También cuenta con una completísima oferta hostelera adaptada a todos los gustos. Se trata principalmente de pequeños y medianos establecimientos que en muchos casos ocupan edificios antiguos con siglos de historia entre sus paredes.
Gastronomía
En la villa de Santillana del Mar, es posible apreciar algunos de los platos más significativos de la variada tradición culinaria cántabra, incluyendo especialidades tanto de la cocina marinera como de la montañesa.
Destacan los cocidos lebaniego y montañés (guiso con alubias, carne y repollo), el solomillo de añojo (vacas Tudancas, típicas cántabras), la merluza sobre espárragos verdes o el besugo.
La oferta se completa con los sabrosos quesos que se producen en toda la provincia, el bizcocho típico de Santillana o los sobaos pasiegos (a base de mantequilla, harina y huevos), de la cercana Vega del Pas.
Algo muy típico de Santillana es tomarse un buen vaso de leche natural de vaca con un pedazo de bizcocho casero.
Fiestas
El 5 de enero las calles de Santillana del Mar se visten para representar las escenas del Auto Sacramental y la Cabalgata de Reyes durante más de cuatro horas, dejando a los espectadores asombrados con el espectáculo. La villa se transforma en un escenario donde vecinos y visitantes realizan un auténtico viaje al pasado, convirtiéndose en testigos directos de cada una de las escenas representadas.
Esta fiesta supone la participación de cerca de 500 personas y tiene su origen en la iniciativa del capellán del Convento de las MM Clarisas hacia 1959. Ha visto incrementado su reconocimiento año tras año con la introducción de técnicas cada vez más innovadoras, siendo reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional y Nacional.
Otro punto de importancia dentro de la agenda cultural de Santillana del Mar es el Festival Internacional de Títeres que tiene lugar el último fin de semana de mayo, donde actúan las principales compañías europeas y americanas, ocupando ya un punto de referencia dentro de la escena cultural. Su objetivo es aportar por compañías y propuestas originales que consigan acercar el mundo de los títeres a todos los públicos.
Además para los meses de verano, en los que sus visitantes aumentan, preparan actividades diversas gracias al programa Santillana al aire, donde se puede disfrutar de danza, teatro, cine o magia. La mayor parte de estas representaciones se realizan al aire libre o teniendo como telón de fondo escenarios tan deslumbrantes como la Colegiata de Santa Juliana, la Iglesia del Convento Regina Coeli o el jardín de la Torre de Don Borja.
¿Qué ver en Santillana del Mar?: Fiestas navideñas
Durante las fiestas navideñas, se organiza la ‘Ruta de los belenes populares’ por las calles de Santillana, con la instalación de catorce belenes de gran tamaño.
Con la llegada del mes de marzo, Santillana, Arroyo y Herrán tratan de recuperar la tradición del canto de las marzas.
Santa Juliana. Esta fiesta de interés local se celebra el 28 de junio en honor a la Patrona de Santillana, cuya sepultura se encuentra en la Colegiata de la villa. Los picayos portan la imagen de la santa en procesión antes de la celebración de una misa. Despues de la misa, ejecutan la danza ‘del santu’ en su honor. Además, hay desfile de gigantes y cabezudos, chorizada, concierto folk y festival de danzas.
San Roque. Los días 15 y 16 de agosto tiene lugar esta celebración en Santillana, con danzas de los picayos tras la misa. También hay pasacalles, romería y juegos infantiles.
Santas Justa y Rufina. El lunes de la séptima semana posterior a la Semana Santa se celebra en la ermita de Santa Justa una misa solemne con procesión de la imagen. Después la siguen danzas típicas y comida campestre. En el pueblo de Ubiarco se celebra además Santa Justa ‘la chica’ el 19 de julio, con misa solemne en la capilla de San Roque, danzas y romería.
Nuestra Señora de las Quintas. Es el nombre con que se conoce popularmente a Nuestra Señora de las Nieves. De hecho ese nombre le fue la dado por la tradición de los quintos de pedirle un buen destino para cumplir el servicio militar. Se celebra en Queveda el 5 de agosto.
San Juan Bautista. Se festeja con romería y la tradicional hoguera, seguida de verbena y chocolatada, la noche del día 23 de junio en Viveda.
También se conmemoran San Sebastián el día 20 de mayo en Herrán; San Jorge el 23 de abril en Vispieres; San Salvador el 6 de agosto en Viveda; Nuestra Señora de la Consolación el 4 de septiembre en Yuso; la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre en Arroyo; y San Cipriano el 16 de septiembre en Camplengo.
¿Qué ver en Santillana del Mar?
COLEGIATA DE SANTA JULIANA
Visitar Santillana del Mar obliga al viajero a pasar por sus principales maravillas arquitectónicas.
La colegiata de Santillana del Mar se construye en el siglo XII, de estilo románico haciéndose cargo la orden de los canónigos de San Agustín. La primitiva edificación sería una pequeña ermita, cuyo estilo seria próximo a la tradición visigoda o asturiana.
El templo cuenta con una cabecera con tres ábsides semicirculares. El central es más alto y grande. Están cubiertos con bóvedas de cañón y de horno; un crucero que se destaca en alzado, con un cimborrio central; y tres naves, de las cuales la central es más ancha y alta que las laterales.
Entramos en el recinto a través de una portada en arco de medio punto, con arquivoltas, abierta en el muro meridional, entre un amplio atrio (en su día cementerio) protegido por respectivos leones.
En el frontis de la portada se expone un friso de pequeñas esculturas de santos. Están centrados entorno al Pantocrátor con mandorla sostenida por ángeles. A la derecha de la portada observamos una torre o campanil de forma cilíndrica. A su lado la nueva sacristia, y a los pies de la iglesia la torre de campanas.
El retablo mayor es de estilo gótico. En sus tablas pictóricas se observan escenas evangélicas y de la vida santa.
El claustro tiene forma cuadrada y se comunica con la nave del evangelio a través de una portada románica. Su importancia radica en la iconografía de sus capiteles, que constituyen una síntesis de los principales motivos decorativos, figurados, geométricos y vegetales del Románico a lo largo de su evolución histórica.
La parte meridional, esta adosada al templo. Es la más antigua y muestra diversos temas bíblicos, como el Pantocrátor y Tetramorfos, apóstoles, Daniel en el foso de los leones, el sueño de Nabucodonosor, Sansón desquitando al león, la degollación de San Juan, el milagro de los panes, y los peces y el Descendimiento, junto con otros temas profanos como la despedida del caballero o los relativos a la lucha entre el Bien y el Mal, representados por el guerrero cristiano que mata al dragón o el pastor ahuyentando a los lobos.
Entre los servicios que ofrece el Centro de Visitantes del Parque Nacional de Picos de Europa Sotama destaca la información sobre el Parque Nacional y su entorno, interpretación autoguiada, rutas interpretativas, programas de educación ambiental para centros escolares y visitas guiadas para grupos al propio centro.
TORRE DE MERINO
[three_fourth]La encontramos en la plaza del mercado hoy llamada Ramón Pelayo, se supone que pudo ser construida en el siglo XIV. Su nombre se debe a que era la vivienda del representante del rey.Esta casa mantiene en su mayoría su aspecto original, aunque con algunas transformaciones como almenas convertidas en ventanas bajo la cubierta o la ventana adintelada de la planta baja.
Su interior cuenta con una estructura de madera bella de contemplar
¿Qué ver en Santillana del Mar?: TORRE DE DON BORJA
[three_fourth]La Torre Don Borja de Santillana del Mar data del siglo XV y ampliada en el XVI, su nombre se debe a Don Borja Barreda, titular del mayorazgo de esta familia en el siglo XIX.Encontramos dos estructuras unidas por un patio interior. Fue restaurada en 1981 para ser sede de la Fundación Santillana, hoy en día se utiliza como centro cultural, donde se pueden ver importantes exposiciones.
PALACIO DE VELARDE
El Palacio de los Velarde se ubica en la plaza de las Arenas junto a la Colegiata de la villa histórica de Santillana del Mar (Cantabria). Fue edificado por Alonso de Velarde a mediados del siglo XVI en estilo renacentista, como se aprecia en la fachada principal. Está situada al este, con soportal, balcones y escudos.
La fachada que se abre a la plaza muestra el hastial escalonado con pináculos decorativos, propio de este tipo de palacios. Destaca el antepecho de la estancia principal, enmarcado por decoración plateresca y el escudo del linaje.
CASONAS
La Casona de los Hombrones.
Esta casa pertenece a la familia Villa, haciendo su nombre referencia al maravilloso escudo con tenantes que sostienen sus armas y el lema “Un buen morir es onra de la vida”. Es de finales del siglo XVII, tiene soportales y balcones volados.
Casona de los Villa.
Se encuentra en la entrada de la villa, en la calle Santo Domingo. Comprende un volumen gótico, se amplió en el siglo XVIII, como consta la portada adintelada, óculos y balcones en púlpito. Campea entre ellos el escudo de los linajes Villa, Cos, Bracho y Bustamante, y sus honrados lemas.
Casona Sánchez de Tagle.
Esta casa fue construida a finales del siglo XVIII y esta ubicada en el Campo del Revolgo. Conserva original su balconada corrida en el piso superior sobre el espectacular escudo del linaje.
Museo diocesano Regina Coeli.
Es un antiguo convento dominicano del siglo XVI, aún utilizado por las clarisas. En 1967 se creó el Museo Diocesano, en el convento «Regina Coeli», con la finalidad de conservar, estudiar y exponer una parte importante del patrimonio artístico religioso de la Diócesis. Contiene un millar de obras. Destacan las colecciones de imaginería medieval y barroca en madera policromada, la platería española y colonial, los esmaltes y marfiles, y una excelente colección de cristos. Dispone de un Taller de Restauración de gran prestigio y el Archivo Documental Diocesano.
¿Qué ver en Santillana del Mar?: PLAYA DE SANTA JUSTA
Playa que recibe el nombre de la ermita de Santa Justa, situada en la localidad de Ubiarco (ayuntamiento de Santillana del Mar). Se trata de una construcción semiexcavada en la roca de un anticlinal.
Es espectacular ir a verla en dias de fuerte oleaje, cuando las olas rompen casi a la altura de la capilla. Por ello, es un sitio espectacular para hacer fotos. El material que compone los estratos rocosos es cretácico marino, pudiendo encontrarse gran cantidad de fósiles de «Orbitolinas», una especie de lenteja de agua, con tamaños de una moneda de euro o más.
Estas lentejas de agua se dedicaban a tomar el sol sobre aguas marinas calidas y someras.
Justo encima de la ermita está la Torre de San Telmo (ya perteneciente al municipio de Suances).
MUSEO DE LA TORTURA
Santillana del Mar, a pesar de ser una villa pequeña, alberga varios museos que resultan curiosos e interesantes. Es el caso del Museo de la Tortura, con una exposición permanente de objetos e instrumentos de tortura y humillación pertenecientes al período de vigencia de los tribunales penales medievales y de la Inquisición. Aunque permite la entrada a menores de 8 años, previa aprobación de los adultos acompañantes y supervisados por el mismo, se trata de un tipo de museo cuyas piezas, dibujos y grabados pueden no resultar convenientes a los más pequeños de la casa. Una experiencia inesperada y constructiva al visitar Santillana del Mar.
MUSEO DEL BARQUILLERO
Algo más apropiado para los niños es el Museo del Barquillero, ubicado en la llamada Casa de la Archiduquesa Margarita de Austria. En él se pueden contemplar esculturas, juguetes, partituras musicales, cuadros y demás objetos relacionados con el oficio del barquillero. Es un viaje al pasado de un oficio que muchos de los niños no conocen. Es difícil salir de ahí sin probar algunos de las variedades de barquillos de su tienda especializada.
MUSEO Y FUNDACIÓN JESÚS OTERO
Es aconsejable reservar un rato para el Museo y Fundación Jesús Otero. Ofrece tanto exposiciones temporales como un servicio de visitas libres y guiadas gratuitas. En ellas, se muestra la obra del escultor y los fondos particulares donados por él a la villa de Santillana del Mar. El museo se encuentra situado justo al lado de la Colegiata de Santa Juliana. Por ello, es difícil de localizar, ya que además son inconfundibles sus esculturas
en los jardines del edificio.
¿Qué ver en Santillana del Mar?: ZOO y parque cuaternario de Santillana del Mar
El Zoológico tiene una superficie de 60.000 m² libres de barreras arquitectónicas. Cuenta con una trayectoria de 42 años en los que ha ido creciendo y adquiriendo un importante prestigio conservacionista. Por ello, ha sido calificado por ADENA/WWF como uno de los cuatro mejores zoos de España. Está gestionado desde sus inicios por José Ignacio Pardo de Santayana, su propietario y director y su esposa Maribel Angulo.
El Parque Cuaternario es una recreación de la fauna que hace 14.000 años presumiblemente habitó estas tierras, coexistiendo con el hombre de Altamira. Los mamíferos integrados dentro de este área temática son: bisontes Europeos, caballos de Przewalski, ciervos, jabalíes, renos, linces boreales, corzos, nutrias europeas, osos, lobos ibéricos y ardillas Europeas. Respecto a las aves, se han elegido como representativas las gallináceas de climas fríos (como urogallos o perdiz pardilla), las rapaces nocturnas nórdicas (caso del búho nival o del cárabo uralense), las rapaces diurnas (tales como águila real) y las aves acuáticas nórdicas (con diferentes variedades de patos y cisnes, entre otros). Visitar Santillana del Mar con niños obliga a pasar por el parque zoológico.
Otro de los lugares que no hay que dejar de visitar en el Zoo de Santillana es su Jardín de las Mariposas. Se trata de un jardín tropical que cumple ya 30 años de vida. Durante este tiempo, se han criado más de 200.000 insectos con un mimo especial, puesto que precisan de una humedad especial y es necesario un sistema de calefacción tanto en invierno como en verano para mantener una temperatura constante de 16 o 17 grados.
Adamás, si estás alojado con nosotros, podemos gestionar tus entradas para acudir al Zoo de Santillana para que no tengas que ocuparte de nada, únicamente de disfrutar de la experiencia.
¿Qué ver en Santillana del Mar?: La Cueva de Altamira y la Neocueva
La cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879, está ubicada en una colina próxima a la villa de Santillana del Mar, a tan solo dos kilómetros de distancia. Su descubrimiento, suscitó una fuerte polémica entre los arqueólogos por la autenticidad de las mismas, ya que no creían capaces a los hombres prehistóricos de realizar unas pinturas tan perfectas.
Actualmente, son las cuevas más importantes y famosas del Paleolítico a nivel mundial. La cueva de Altamira ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es una de las joyas más importantes de Cantabria y, probablemente de España, dado su reconocimiento universal.
La entrada había permanecido clausurada hasta su descubrimiento por un derrumbe natural producido hace 13.000 años. Una vez dentro destaca por encima de todo, la sala de polícromos.
Se trata de la estancia principal, que siempre sorprende a todo el que la visita por su espectacularidad. Tal es así, que muchas veces se hace mención a esta sala denominándola la «capilla sixtina» del arte cuaternario.
En su techo se representan casi un centenar de animales y signos, destacando los 21 bisontes en distintas actitudes, acompañados de caballos, jabalíes, y toros, efectuados con técnicas diversas (grabado, silueteado, pintado, raspado y efectos de sombreado). Dan como resultado una composición de gran movimiento y belleza, única en el arte paleolítico. Su realización data de hace 14.000 años. La pintura está hecha con ocre natural de color sangriento y el contorno de las figuras con líneas negras de carbón vegetal.
De hecho, son admirables las posturas de los bisontes, encogidos, saltando o en pie. Se trata de pruebas latentes del magistral expresionismo paleolítico. Destaca también la «Gran Cierva», la mayor figura pintada en la cueva, con 2,25 metros de longitud.
La utilización del relieve del techo para expresar mayor realismo es una característica del pintor de Altamira. La cueva tiene un desarrollo longitudinal de 270 metros y numerosos grabados a lo largo de su recorrido. Algunos de ellos, son incluso más antiguos, dado que las pinturas rojas pueden adscribirse al periodo solutrense, hace unos 20.000 años. También encontramos un importante yacimiento arqueológico en el vestíbulo. Por último, la zona más estrecha y baja de la cueva, a modo de corredor, se denomina «la cola». Es aquí donde se concentran una serie de signos negros, que se asemejan a techos de madera o a trampas de caza.
Ya se puede visitar en la NEOCUEVA la réplica exacta, cuya fidelidad y calidad satisfará el interés de los miles de visitantes que anualmente llegan a Santillana del Mar. El trabajo ha sido realizado por expertos durante varios años. Se ha logrado una magnífica réplica de este tesoro de la humanidad. Al visitar Santillana del Mar, el paso por Altamira es obligado.
El Museo fue creado por Orden de l Ministerio de Cultura de 15 de junio de 1979, como instrumento científico y administrativo para la gestión y conversación de la cueva de Altamira.
La nueva sede del Museo fue inaugurada el 17 de julio de 2001.
La Neocueva presenta Altamira tal y como era entre hace 35.000 y 13.000 años, cuando la habitaron distintos grupos de cazadores recolectores. Su recorrido permite al visitante conocer el hábitat de sus pobladores y la belleza de su arte rupestre. Es una reproducción tridimensional, rigurosa y exacta, basada en el conocimiento científico y realizada con la más moderna tecnología.
Albergue Paradiso en Cantabria
Alojamiento para particulares, familias y grupos.
Especializados en viajes para estudiantes y viajes escolares fin de curso.
Campo de aventura y granja escuela.
Entradas y visitas culturales.
Programas monitorizados.
Actividades para familias y escapadas de fin de semana con hijos.
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